Gota de rocío, lámpara, fantasma, arco iris, oasis,
así es mi vida y la vida de los demás –
Me rindo ante esta verdad.
Al que dijo esta verdad,
el Príncipe de los Shakyas,
ofrezco mi adoración.
A todos aquellos que se toman esta verdad a pecho,
ofrezco mi lealtad.
Con determinación, me recuerdo a mí mismo:
sin emoción, solo paz,
sin ignorancia, solo conciencia,
sin ansiedad, solo serenidad,
sin debilidad, solo fuerza,
sin miedo, solo tranquilidad.
Con esta actitud y libre de dudas,
yo solo liberaré a los seres vivos del mundo,
las plantas, el agua y la atmósfera.
Las apariencias engañan, desconfiaré de ellas.
La nada es solo un punto de vista, no me enredaré en él.
Los seres vivos son, por naturaleza, puros, atesoraré esa pureza.
La realidad es el anzuelo, no me dejaré llevar por el conformismo.
Solo en la oscuridad puedo ver la luz,
solo en el barro puedo encontrar un loto,
solo en las impurezas puedo ver a Buda.
Con humildad, sin rastro de hipocresía,
prometo solemnemente a todos los seres vivos
que desde este día en adelante,
nunca os abandonaré.
Dondequiera que estéis, que yo esté siempre a vuestro lado.
El pasado es ahora, el futuro es ahora,
el ahora es una ilusión,
la ilusión es luminosa.
Tal infinidad es la mente:
aparte de la mente, no hay Buda.
Te lo suplico, ¡oh Mente!
Que me libere de la muerte, la vejez y la enfermedad.
Que me libere de las ideas y las opiniones,
que me libere del tiempo,
que me libere del espacio,
y que libere a todos los demás de sus limitaciones.
Escrito en respuesta a una serie de peticiones, el último día del tumultuoso año de 2022, por alguien a cuyos cinco agregados se ha adherido la etiqueta de «Khyentse Norbu».